Como trastornos de la articulación podemos encontrar disglosias, disartrias pero, fundamentalmente, dislalias que provocan perturbaciones en la producción de los sonidos requeridos para hablar.

Dislalia
Es una alteración en la articulación de los fonemas. Se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas.
Puede afectar a cualquier consonante, vocal o asociación de consonantes, pero suele darse una mayor incidencia del problema en ciertos sonidos (con mayor frecuencia, r, k, l, s, z); en unos casos porque requieran mayor agilidad y precisión de movimientos, como sucede con la /r/; y en otras ocasiones porque el punto de articulación no es visible y se puede hacer más difícil su imitación, como la /k/. Este hecho puede provocar que el lenguaje del niño afectado resulte ininteligible.
La dislalia es una de las alteraciones del lenguaje que más frecuentemente se presenta en los centros escolares, sobre todo en el alumnado de infantil y primer ciclo de primaria. Asimismo dentro de las alteraciones del lenguaje está entre las que tienen un pronóstico más favorable. No obstante, si no se somete a un tratamiento precoz adecuado, puede traer consecuencias muy negativas, por la influencia que ejerce sobre la personalidad del niño, su capacidad comunicativa y su adaptación social, así como en su rendimiento escolar pero, sobre todo, por la instauración de manera permanente y definitiva de modos incorrectos de articular estos sonidos.
Las dislalias se clasifican etiológicamente en:
Dislalia evolutiva
Es la que tiene lugar en la fase de desarrollo del lenguaje infantil, en la que el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha y lo hace de forma incorrecta desde el punto de vista fonético. Y es que para articular correctamente los fonemas de un idioma se precisa una madurez cerebral, pero ante todo, del aparato fonoarticulatorio. Normalmente desaparece con el tiempo.
Dislalia funcional
Consiste en la alteración de la articulación producida por un mal funcionamiento de los órganos periféricos del habla, sin que haya lesión o malformación de los mismos. El menor que la padece no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico.
A menudo, presenta una mayor incidencia en aquellos sonidos que requieren movimientos más precisos.
Dislalia audiógena
Su causa está en una deficiencia auditiva. Como es comprensible, el menor que no oye bien no articula correctamente. Además, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una correcta discriminación auditiva.
En muchos casos estos síntomas son las señales de alerta de una sordera encubierta.
Dislalias orgánicas
Este tipo incluye aquellas alteraciones de la articulación cuya causa es de tipo orgánico. En este grupo podríamos incluir los otros trastornos ya mencionados anteriormente, disglosias y disartrias; si se encuentran afectados los centros neuronales del sistema nervioso reciben el nombre de disartrias y si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla (labios, lengua, paladar, etc.) se les llama disglosias.
Causas de los problemas de articulación
La causa no suele ser única, sino una combinación de unos cuantos factores que inciden en el menor. Las causas más comunes son:
- Escasa habilidad motora.
- Dificultades respiratorias.
- Errores perceptivos e imposibilidad de imitación de movimientos.
- Falta de comprensión o discriminación auditiva.
- Persistencia de esquemas articulatorios infantiles.
- Factores psicológicos.
- Factores ambientales, como una estimulación lingüística deficitaria.
- Factores hereditarios.
- Factores intelectuales.
Tipos de errores en la articulación del lenguaje
Valorar el tipo de error en la dislalia es muy importante a la hora de plantear la intervención logopédica para su corrección, pues llevará a elegir una estrategia concreta. Los errores más frecuentes que encontramos son:
- Sustitución, error en el que un sonido es reemplazado por otro.
- Distorsión, cuando se produce un sonido de forma incorrecta o deformada, pudiéndose aproximar más o menos a la articulación correspondiente.
- Omisión, cuando el menor omite el fonema que no sabe pronunciar, pudiendo ser un sonido consonántico o sílaba completa.
- Adición, cuando se suman o intercalan sonidos que no corresponden a la palabra.
- Inversión, al cambiar el orden de los sonidos.
Disglosia
Consiste en la alteración de la articulación del habla como consecuencia de una malformación a nivel de los órganos articulatorios. En función del órgano que se haya visto afectado, hablaremos de disglosias labiales, linguales, palatales, dentales o mandibulares. Las más frecuentes son la fisura palatina y el labio leporino, las maloclusiones dentarias y las macroglosias. Con frecuencia, la intervención logopédica concurrirá con otras medidas como las quirúrgicas u ortodóncicas.
Disartria
Comprende aquellas alteraciones en la articulación derivadas a una lesión en el sistema nervioso que dificulta el control motor fino en los órganos implicados. En menores, la encontraremos asociada a cuadros clínicos más amplios como la PCI o síndromes que cursan con ataxia.